Neftali Rodriguez
Ser parte de Second Chance ha sido un viaje increíble, uno que ha tocado mi corazón de una manera que nunca imaginé. Dedicar innumerables horas y hacer sacrificios ha sido un pequeño precio a pagar por la inmensa bendición que ha sido difundir el mensaje del amor de Jesús a través de nuestra música.
Second Chance me da un lugar donde pueda ser decidido e intencional en mi caminar cristiano y animo a todos los hermanos cristianos a encontrar un lugar que les permita expresar cómo Jesús les ha mostrado amor y gracia. No puedo evitar sentir un profundo sentimiento de gratitud hacia Dios por esta oportunidad. No se trata sólo de la música, se trata del mensaje que compartimos y de las personas que encuentran a Jesús a través del mensaje. En medio de los ensayos, las trasnochadas y las risas compartidas, Second Chance se ha convertido en más que un grupo; es una familia unida por un propósito común.